Breve Historia de Armenia
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Prehistoria / Antigüedad
Armenia y sus montañas se han poblado desde épocas prehistóricas.
Hay indicios arqueológicos de que esta zona estuvo entre los primeros lugares donde se asentó la civilización humana.
En la región conocida como Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, en el Oriente Próximo, los armenios se han instalado desde tiempos remotos, siendo uno de los pueblos originarios.
Debido a su ubicación estratégica entre Europa y Asia, desde la antigüedad la meseta de Armenia ha sido invadida y disputada por diversos pueblos conquistadores.
La resistencia ha sido uno de los principales signos de la nación armenia para mantener su identidad y permanecer hasta nuestros días.
Con todo, el territorio de la actual República de Armenia, es apenas una décima parte de las zonas que ancestralmente han poblado los armenios.
Según el relato de antiguos cronistas, en los que predomina el mito, el nacimiento de la nación armenia como tal se remonta a cuando Haig, legendario antepasado de los armenios y descendiente de Noé, venció al tirano babilónico Bel con un certero flechazo, dando origen a Armenia como una nación libre e independiente.
Esto sucedió el 11 de agosto del año 2493 Antes de Cristo, fecha que la tradición toma como “Año Nuevo Armenio” o “Navasart”.
De acuerdo a este rito, el 11 de agosto de 2019 los armenios festejarían el año 4512
Tras la muerte del legendario héroe Haig, los pobladores que estaban junto a él en las proximidades del monte Ararat, pasaron a ser conocidos por su nombre. Este sería el origen de que, si bien el nombre de la nación en casi todos los idiomas se dice “Armenia” o similar, en armenio al pueblo armenio se le denomina “Hai”, y al país, “Haiasdán”.
Más allá de la tradición, se sabe que la nación armenia proviene de la fusión de antiguas culturas neolíticas y de la Edad de Bronce del sur del Cáucaso con pueblos originarios de Anatolia e indoeuropeos, como los Hayasa-Azzi, entre otros.
880 a.C. - 590 a.C.
Reino de Urartú
La conformación de un Estado en Armenia se remonta a más de 3 mil años atrás, hasta el antiguo Reino de Urartú, entre los siglos IX y VIII antes de Cristo, un poderoso Estado coetáneo y rival de Asiria, cuyo primer rey fue Ará, el Bello.
Previamente, los armenios conformaban tribus.
Bajo el Reino de Urartú se fundó Ereván, la actual capital de Armenia, en el año 782 antes de Cristo, con la construcción en aquel entonces de la fortaleza de Erepuní, encargada por el rey Arkishtí,
Sus ruinas, aún permanecen en Armenia.
Cerca del año 590 a.C., el Reino de Urartú cayó a manos del imperio Medo.
590 a.C – 190 a.C.
Antiguo Reino Armenio: Dinastía Iervandian / Dominación Persa y Seleúcida
Tras la caída de Urartú, en su territorio surgió el antiguo Reino Armenio, gobernado por la dinastía Iervandian. El reino ya era conocido como Armenia por sus vecinos, y la capital era Armavír. Pero pronto se vio bajo la dominación de los Persas, primero, y luego de los Seléucidas. En esta época ejerció gran influencia en la vida cultural, social y económica de la sociedad armenia la cultura helénica.
190 a.C. – 55 a.C
Gran Reino Armenio: Dinastía Ardashesián (Artáxida)
Armenia se independizó de los Seléucidas en el año 190 a. de C., cuando aquel Estado cayó a manos de los romanos.
En territorios armenios, el rey Ardashés I fundó el Gran Reino Armenio, instaurando la dinastía Ardashesián, que unió la mayor parte de las regiones de habla armenia.
Este reino alcanzó su apogeo territorial bajo el mando del rey Dikrán II, el Grande, en armenio “Medsn Dikrán”, que anexó además a varias regiones vecinas, llegando a conformar un verdadero imperio.
Las fronteras de Armenia se extendieron desde el mar Mediterráneo por el sur, hasta el mar Negro por el norte y el mar Caspio por el este.
Pero este período de gloria fue de corta duración. Vencido por los romanos en el año 66 a.C., Dikrán II capituló y fue obligado a abandonar todas sus conquistas.
No obstante, continuó reinando Armenia como aliado de los romanos.
55 a.C. – 53 d.C.
Dominación romana y persa
Luego de la muerte de Dikrán II, Armenia quedó reducida a su territorio étnico y se encontró en el medio de una larga campaña de guerras entre Roma y Persia, las dos potencias de la época que intentaban tener a Armenia como aliada, ya que su asistencia militar era crucial para obtener la superioridad política en Asia Menor.
Quedó establecida la superioridad romana y Armenia estuvo bajo su órbita, pero conservando su autonomía.
Fue una época de anarquía, conflictos internos e intervenciones extranjeras, hasta que en el año 53 d.C., Drtad I se presentó como fundador de una nueva dinastía real en Armenia denominada Arshaguní.
53 – 654
Dinastía Arshaguní (Arsácida)
Durante este reinado tuvieron lugar acontecimientos muy importantes en Armenia. En 301, se convirtió en la primera nación en adoptar el cristianismo como religión oficial, cuando San Gregorio El Iluminador evangelizó al rey Drtad III, y en 405 Mesrop Mashtots creó el alfabeto armenio, dando inicio al Siglo de Oro de la literatura armenia.
Hasta entonces, los armenios empleaban para su idioma la escritura parta o griega.
En el año 387, Armenia había sido dividida en Armenia Occidental, que quedó bajó la órbita de Bizancio (el imperio romano de oriente); y Armenia Oriental, bajo dominio Persa, gobernado por los Sasánidas.
En la parte oriental, los persas intentaron convertir a los armenios a su religión de entonces, el mazdéismo. Sin embargo, en una rebelión heroica, en el año 451 el ejército armenio, bajo el mando de Vartán Mamigonián, dio una batalla decisiva contra la tropa persa, que era muy superior en número y armas. Aquella resistencia, conocida como la “Epopeya de Vartanants” permitió a los armenios mantener su fe cristiana.
654 - 886
Dominación árabe
Luego de la muerte del profeta Mahoma en el año 632, sus sucesores comenzaron una serie de campañas militares para extender su religión, el Islam, conquistando la mayor parte del Oriente Próximo, frecuentemente mediante el uso de la fuerza.
Así, en el siglo VII los árabes conquistaron el imperio persa, y pronto concentraron sus ejércitos contra Armenia, logrando dominarla en el año 654. Más tarde, la parte occidental de Armenia, bajo el poder de Bizancio, también fue ocupada por los árabes.
A través de un acuerdo alcanzado, los armenios lograron que los árabes respetaran su libertad de culto. No obstante, la actitud de los árabes hacia Armenia iba fluctuando de acuerdo al contexto político, gozando de períodos de mayor libertad y otros de opresión y hostilidad.
886 – 1045
Dinastía Pakraduní (Bagrátida)
Después de más de dos siglos de dominación y lucha contra el califato árabe, Armenia recuperó su independencia en 886. Ese año, el príncipe Ashot Pakraduni fue proclamado rey de Armenia, iniciando la dinastía Pakraduní. Durante este reinado, Armenia alcanzó su punto máximo de desarrollo político, social y cultural. La capital armenia de ese período, Aní, era una metrópoli magnífica, conocida como "la ciudad de las mil y una iglesias".
La arquitectura armenia durante el reinado Pakraduní, especialmente por las técnicas de colocación de cúpulas, era muy reconocida e influyó significativamente en los estilos arquitectónicos bizantinos y europeos.
El reinado de la dinastía Pakraduní dejó una huella considerable en la historia de Armenia.
A finales del siglo X, el Imperio bizantino, aunque gobernado por una dinastía imperial de origen armenio, adoptó una política corta de vista de debilitar a Armenia, y finalmente la anexó en 1045, privándose así de un escudo eficaz contra los turcos selyúcidas de Asia Central, quienes venían conquistando regiones a sangre y espada, y finalmente en 1061, conquistan y destruyen la capital armenia, Aní.
1078 – 1375
Reino Armenio de Cilicia (Dinastía Rupenian)
Armenia Zakárida
Antes de la caída del reino Pakraduní, varios príncipes armenios lograron escapar de Armenia y encontraron refugio en Cilicia, una región en el extremo nororiental del mar Mediterráneo, en la península de Anatolia, actualmente conocida como Çukurova; donde la mayoría de la población entonces era armenia.
En 1078, su líder, el príncipe Rupén, fundó allí un nuevo reino, que se conoció como Reino Armenio de Cilicia. El nuevo Estado armenio estableció relaciones muy estrechas con los países europeos y jugó un papel muy importante durante las batallas Cruzadas, proporcionando a los ejércitos cristianos un suelo seguro y provisiones en su camino hacia Jerusalén. En este período, los armenios se fusionaron mucho con los europeos que participaban de las Cruzadas, mediante matrimonios mixtos y la convivencia permanente. La influencia religiosa, política y cultural europea fue muy fuerte.
El reino de Cilicia fue moldeado según los modelos occidentales de la época, y muchos términos franceses ingresaron al idioma armenio.
También el reino desempeñó un papel importante en el comercio de los venecianos y los genoveses con Oriente.
Paralelamente, en los territorios armenios bizantinos que habían sido ocupados por los selyúcidas, la familia noble Zakarian estableció un principado armenio semi-independiente a principios del 1100, cuando el imperio selyúcida comenzaba a desmoronarse. Fue conocida como Armenia Zakárida.
En 1230 los mongoles conquistaron este principado de los Zakarian.
A las invasiones mongolas, pronto sucedieron las de otras tribus asiáticas centrales, que continuaron aproximadamente desde 1200 hasta 1400.
Luego de incesantes invasiones en ese período, Armenia quedó debilitada. Hasta que en el siglo XV, el territorio armenio fue finalmente repartido entre el Imperio otomano y el Imperio Persa.
En cuanto al Reino Armenio de Cilicia, que había resistido constantes ataques de turcos, mongoles, egipcios y bizantinos durante tres siglos, finalmente cayó a manos de los mamelucos egipcios en 1375, que invadieron el Reino y lo destruyeron.
Siglo XV – Siglo XIX
Armenia Otomana y Armenia Oriental
De esta forma, disuelto el Reino Armenio de Cilicia, los armenios quedaron establecidos únicamente en su territorio mesopotámico originario, que como vimos, había quedado repartido entre el Imperio otomano y el imperio persa.
Al territorio armenio que quedó bajo dominio otomano se la conoció como Armenia Occidental, y a las regiones bajo la órbita del imperio persa, Armenia Oriental.
No obstante, debido a su importancia estratégica, la totalidad del territorio de Armenia fue constantemente disputado por ambos imperios, que estaban enfrentados. Entre 1513 y 1737, Ereván cambió de manos catorce veces.
Varios principados armenios lograron preservar cierta independencia y autonomía. El más significativo entre ellos fue la Federación de Khamsa, en la actual Artsaj o Nagorno-Karabaj, entonces en Armenia Oriental. También, había principados armenios independientes en las regiones de Sasún y Zeytún, en Armenia Occidental.
No obstante, paulatinamente Armenia Occidental fue anexionada al Imperio Otomano, y Armenia Oriental al Imperio Persa.
En 1828 a raíz de la guerra ruso-persa, Armenia Oriental pasó de manos de los persas al Imperio Ruso. Los armenios del Imperio Ruso vivieron en una relativa seguridad, a comparación con los armenios otomanos. El contacto con el pensamiento liberal de Rusia y Europa fue uno de los factores del renacimiento cultural armenio del siglo XIX.
En el Imperio Otomano, los armenios, que sufrían discriminación por parte de las autoridades y eran considerados como ciudadanos de segunda categoría, se beneficiaron inicialmente junto al resto de la población de las medidas de reforma conocidas como Tanzimat. A su vez, en 1863 el gobierno otomano reconoció una constitución armenia especial.
Sin embargo, estas libertades eran desconocidas fuera de Constantinopla, y la condición de los armenios en Anatolia era insoportable.
Comenzó a surgir entonces el Movimiento de Liberación Nacional Armenio, que pretendía liberar la patria histórica de Armenia de manos de los rusos y de los otomanos, para restablecer un Estado armenio independiente. Estaba representado principalmente por tres partidos políticos: Partido Social Demócrata Hunchakian; el Partido Armenakan, y la Federación Revolucionaria Armenia, que fue el más influyente de los tres.
Estas reivindicaciones nacionales comenzaron a ser reprimidas con fuerza en el imperio otomano.
En 1894 y 1896 durante el gobierno del Sultán Abdul Hamid se llevaron a cabo masacres de armenios con un saldo de 300 mil víctimas., y en 1909, en Adaná, otra masacre de armenios produjo 30 mil muertos.
Fueron los antecedentes de la página más oscura que llegaría en la historia del pueblo armenio.
1915 – 1923
Genocidio Armenio
En 1908, los “Jóvenes Turcos” llegan al poder al derrocar al Sultán Abdul Hamid, con el objeto de modernizar al declinante imperio otomano. Si bien al comienzo se insinuó como un movimiento liberal, pronto tomó mayor influencia el ala ultranacionalista extremo.
Así, decidieron poner fin a la Cuestión Armenia, nación que pretendía mayor autonomía e igualdad, con una solución final: el exterminio de los armenios.
Aprovechando las condiciones políticas creadas por la Primera Guerra Mundial, comenzaron el plan de exterminio el 24 de abril de 1915 ejecutando a cientos de líderes e intelectuales armenios en Constantinopla. En las provincias armenias de Anatolia Oriental, todos los hombres armenios mayores de edad fueron reclutados, desarmados y ejecutados. Mujeres, niños y ancianos fueron deportados al desierto sirio Der-el-Zor; la mayoría de ellos fueron brutalmente asesinados en el camino por soldados turcos o murieron de hambre y agotamiento.
De esta manera, un millón y medio de armenios fueron víctimas del primer genocidio del siglo XX.
Los sobrevivientes se refugiaron en países vecinos, y luego fueron emigrando hacia distintas partes del mundo, sentando las bases de la Diáspora Armenia internacional.
Para el año 1923, los armenios ya habían sido completamente desterrados de la manera más brutal de Armenia Occidental, que así fue ocupada e incorporada con éxito como parte de la recién formada República de Turquía.
1918 – 1920
Primera República de Armenia
Mientras las matanzas de armenios se desarrollaban en el Imperio Otomano, Turquía continuaba su participación en la primera guerra mundial, en alianza con Alemania y el Imperio Austro Húngaro, frente a los Aliados de Inglaterra, Francia y Rusia. Esto provocó la particular situación de que Armenia Occidental, bajo dominio del imperio otomano y con una población estimada de dos millones de personas antes del genocidio, estuviera involucrada en un bando de la guerra, y Armenia Oriental, bajo dominio del imperio ruso y con una población de un millón de armenios, del otro; por lo que en territorios armenios se llevó a cabo uno de los frentes de la Primera Guerra mundial, el que se dio entre el Imperio turco otomano y el imperio ruso, lo que afectaba a la población armenia de ambos lados.
El ejército ruso, en una serie de operaciones militares exitosas, ocupa varias provincias armenias del Imperio Turco Otomano, ya asolado por el genocidio, y allí creó la “Gobernación Militar de la Armenia Turca”.
Muchos sobrevivientes del genocidio regresaron a sus hogares y trataron de reconstruir sus vidas.
Sin embargo, en 1917 se produce la revolución bolchevique en Rusia y la consecuente guerra civil allí, lo que provoca una apresurada retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial, que implicó no sólo la concesión a Turquía de todos los territorios armenios reconquistados, sino además las provincias de Kars y Ardahán, de Armenia Oriental, y a su vez, dejaba a los armenios de la zona fronteriza del Cáucaso a merced de los turcos, que ya habían acabado con los armenios del Imperio Otomano y ahora tenían una oportunidad para exterminar a todos y ocupar el resto de Armenia Oriental.
No obstante, el 28 de mayo de 1918, en una gesta heroica, el pueblo armenio derrotó a las tropas turcas en las batallas de Sardarabad, Pashabarán y Gharakilisè, impidiendo la invasión de Ereván y salvaguardando los territorios que quedaban en manos de los armenios.
Este triunfo salvó a la nación armenia de la aniquilación y permitió restaurar un Estado propio, un parlamentarismo al moderno estilo occidental, hoy conocido como Primera República de Armenia, que duró sólo dos años, de 1918 a 1920, cuando Armenia fue incorporada a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Durante su corta existencia, la Primera República de Armenia tuvo cuatro primeros ministros, todos pertenecientes a la Federación Revolucionaria Armenia.
1920 – 1991
Armenia Soviética
Durante el período soviético, Armenia desarrolló innegables avances en arte, cultura, ciencia e industria.
No obstante, a lo largo de los años, la degeneración burocrática del socialismo soviético trajo aparejada pobreza, miseria y el enquistamiento de una casta con privilegios y prácticas corruptas que hasta el día de hoy Armenia intenta erradicar.
En la época soviética se dio también la concesión arbitraria del territorio ancestral armenio de Artsaj (Nagorno Karabaj) a Azerbaiyán, en 1922, por parte de Stalin.
Disuelta la Unión Soviética en 1991, la disputa por este enclave provocó un conflicto bélico entre Armenia y Azerbaiyán, con una firma de cese de fuego en 1994.
En la actualidad, Artsaj funciona como una república autónoma de facto.
Prácticamente todos sus habitantes son armenios, hablan armenio, y utilizan la moneda armenia, el “tram”.
Azerbaiyán continúa pretendiendo este territorio armenio, y el conflicto continúa por carriles de negociación, aunque en la zona fronteriza siempre hay una tensión latente.
1991 – 2019
Actual República de Armenia
Disuelta la Unión Soviética, Armenia se proclamó una República independiente el 21 de septiembre de 1991.
El primer presidente de esta nueva etapa fue Levón Ter Petrosian, a quien le sucedieron Robert Kocharian en dos períodos, y Serge Sarkisian, en dos períodos.
Al final de su segundo mandato, Serge Sarkisian impulsó una reforma constitucional por la que Armenia pasó de un régimen presidencialista a un sistema parlamentarista, con lo cual, logró presentarse y ser electo para un tercer mandato, esta vez como primer ministro.
Esto provocó una gran reacción popular en Armenia en abril de 2018, con enormes y constantes movilizaciones, manifestaciones y reclamos callejeros que forzaron la renuncia de Sarkisian.
Al ser siempre pacíficos, estos acontecimientos fueron conocidos como “Revolución de Terciopelo”, del cual emergió el nuevo liderazgo político de Nikol Pashinyan, actual primer ministro de Armenia.
En el período postsoviético, Armenia ha crecido constantemente y se encuentra en una etapa de desarrollo permanente, apostando fuertemente a la industria tecnológica y a las energías renovables, integrándose al concierto internacional de las naciones como una tierra de paz y de oportunidades.
Epílogo
Desde tiempos milenarios, Armenia y su pueblo han sabido enfrentar y adaptarse a los desafíos de la época, perdurando como nación a pesar de las difíciles circunstancias.
En la actualidad, en plena globalización, con la acelerada y constante transformación de las tecnologías, las sociedades y el sistema internacional, esta nueva fase requiere de la unión y la acción mancomunada del tridente que conforma la nación armenia en este período histórico actual: Armenia, la Diáspora y Artsaj.