El lunes 29 de mayo, en el marco del evento “Educación y Legado”, el Centro Armenio de la Argentina rindió homenaje a más de 60 docentes retirados de la actividad, que enseñaron en las aulas del Instituto Educativo San Gregorio El Iluminador desde su apertura hasta la actualidad. Fue una noche llena de emoción, alegría, lágrimas y abrazos que colmaron la Sala Siranush con ansiados reencuentros entre docentes y sus ex alumnos.
Con la locución de Mariana Agopian, el encuentro tuvo varios momentos para destacar. La Prof. Annie Mouchian dio apertura al acto con palabras alusivas. Cada docente recibió un diploma que distinguió su trayectoria y un pequeño presente de la institución, tras los cálidos aplausos recibidos cuando la locutora mencionó cada nombre y apellido. Luego, tomaron la palabra Aram Karaguezian, presidente del Centro Armenio, Alicia Nerguizian, directora general del IESGEI y el Prof. Jorge Karamanukian en representación de los docentes homenajeados. Minutos después, la Prof. Adriné Fermanyan recitó en armenio “Querido Maestro”, del poeta Aramaís Sahakian. Todos aquellos que hicieron uso de la palabra enfatizaron la importancia de la labor docente en la vida comunitaria, la relevancia de las instituciones y la transmisión de los valores ancestrales como parte del legado de identidad.
Por otro lado, la noche tuvo también su momento artístico: tras la proyección de un video con un breve repaso de la historia de la institución y la entonación del himno del colegio, sobre el escenario se desplegó el conjunto de danza infantil "Pokr Masís" y los alumnos de 7° grado realizaron una danza grupal. Bajo la dirección y coordinación de la Prof. Andrea Baghdassarian, el coro de alumnos de 5° y 6° grado del IESGEI entonó las estrofas de Ereván-Erepuní y de Gakavik, bajo las luces tenues de la Sala que acompañaron este momento único.
Las palabras de cierre estuvieron a cargo del “Locum tenens” de la Iglesia Apostólica Armenia, Archimandrita Dr. Arén Shaheenian, quien luego de elogiar el acto y felicitar a la concurrencia, impartió la bendición final.
La emoción se cristalizó en la recepción ofrecida a los presentes donde entre brindis, fotos, abrazos y hermosos recuerdos se cerró una velada inolvidable en el hall de la Sala Siranush. ¡Por más reencuentros!
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